Jarrod McKinney estaba haciendo paracaidismo en Minnesota cuando su iPhone 4 salió del bolsillo a 13.500 pies (4.114 metros) e impactó con el suelo. El dispositivo móvil no solo sobrevivió físicamente, sino que aún realiza determinadas funciones, tal y como recoge el portal de la CNN.
Este norteamericano de 37 años de edad siempre lleva el móvil cuando hace paracaidismo por si se pierde al tocar el suelo. Esta vez no cerro el bolsillo del pantalón y encontró su aparato en la azotea de un edificio, situado a media milla del punto marcado para aterrizar. Se quedó "absolutamente sorprendido" porque el iPhone podía recibir llamadas. Otras funciones dejaron su operatividad inmediatamente.
La superficie de vidrio que recubre la pantalla estaba rota, pero funcionaba el GPS, dice el instructor de paracaidismo Joe Johnson, que observó el suceso y llamó al teléfono que parecía roto. McKinney sintió la vibración habitual que puede acompañar a la melodía y comenzó a reírse:"¡Funciona! ¡Funciona!", dijo en el acto.
Mike Gikas, un editor tecnológico de Consumer Reports, grupo sin ánimo de lucro que pone a prueba los teléfonos y otros aparatos para testar su fiabilidad, dijo, en tono de broma, que McKinney finalmente encontró una manera de arreglar los problemas del teléfono (iPhone 4) en la recepción de llamadas. "Ese es el método probado para solucionar el problema de la antena," dijo él, riendo.
A pesar de que el teléfono todavía hace y recibe llamadas, no es muy práctico su uso porque la pantalla táctil se hizo añicos y es necesaria para marcar los números y para responder a las llamadas entrantes. La única manera en la que McKinney puede ahora utilizar su iPhone 4 resquebrajado es con una conexión Bluetooth en su camión.