Los teléfonos inteligentes pueden arruinar tu vida O al menos, controlarla más de lo que nos imaginamos. En España, existen más de 10 millones de smartphones, teléfonos móviles de última generación, capaces de conectarse a Internet. De cada 100 personas que se conectan a Internet en nuestro país, 36 lo hacen a través de dispositivos con capacidades 3G (móviles, netbooks o tabletas). Y esto es sólo el principio.
Móvil vs. ordenador
El teléfono móvil pronto desbancará a los ordenadores como principal sistema de conexión a Internet. Se espera que la penetración de mercado de estos dispositivos alcance la cifra del 50 % en nuestro país a mediados de 2011, y eso, a pesar de estar sumergidos en la peor crisis económica de nuestra historia reciente.
El teléfono móvil pronto desbancará a los ordenadores como principal sistema de conexión a Internet. Se espera que la penetración de mercado de estos dispositivos alcance la cifra del 50 % en nuestro país a mediados de 2011, y eso, a pesar de estar sumergidos en la peor crisis económica de nuestra historia reciente.
La base del éxito presente de los smartphones se basa en la movilidad: lo natural es poder conectarse a Internet en cualquier momento y a cualquier hora, en vez de tener que acudir a nuestro puesto de trabajo o a nuestra casa para hacerlo. Es la misma filosofía que ha llevado a desbancar a la telefonía fija en favor de los móviles para poder comunicarnos con los demás.
Pero en un futuro cercano, los teléfonos inteligentes serán algo más que nuestro propio sistema de acceso a Internet. Serán una especie de asistentes que guiarán nuestra vida más de lo que nos podemos imaginar.
Asistente personal
Por ejemplo: la nueva generación de smartphones serán capaces de comunicarse con nuestro coche, e indicarle cuál es la mejor ruta a seguir, teniendo en cuenta parámetros como atascos, tiempo atmosférico (si nieva y esto está generando problemas en una determinada carretera) y demás obstáculos. También, podrán saber cuánta gasolina nos queda, y recomendarnos una ruta por la que podamos encontrar una gasolinera para repostar o no.
Y más allá: gracias a su agenda, podrá avisarnos de si llegamos a tiempo a una reunión en coche, o debemos coger transporte público a causa de los atascos. Es decir, se convertirán en una especie de segundo cerebro que nos dictará qué y cómo hacer lo que queremos.
Gran dependencia
Los actuales teléfonos están llenos de datos muy personales: gracias a la aplicación de Facebook, se puede entender quién es nuestra pareja, quiénes son nuestros mejores amigos (en base a los comentarios que les ponemos en sus muros, o en las fotografías que aparecemos etiquetados juntos). Los móviles serán capaces de interpretar y hacer uso de esa información de una forma completamente revolucionaria. Por ejemplo "sabrán" cuándo es el cumpleaños de nuestro amigo, y podrán recomendarnos qué regalos podremos comprarles y a qué tiendas acudir, en función del dinero disponible en nuestra cuenta corriente o en el lugar en donde nos encontremos en ese momento.
Los actuales teléfonos están llenos de datos muy personales: gracias a la aplicación de Facebook, se puede entender quién es nuestra pareja, quiénes son nuestros mejores amigos (en base a los comentarios que les ponemos en sus muros, o en las fotografías que aparecemos etiquetados juntos). Los móviles serán capaces de interpretar y hacer uso de esa información de una forma completamente revolucionaria. Por ejemplo "sabrán" cuándo es el cumpleaños de nuestro amigo, y podrán recomendarnos qué regalos podremos comprarles y a qué tiendas acudir, en función del dinero disponible en nuestra cuenta corriente o en el lugar en donde nos encontremos en ese momento.
En definitiva, tendremos un Pepito Grillo en nuestro bolsillo, capaz de controlar más de lo que nos pensamos nuestra vida. Si en la actualidad, perder un móvil en una noche de fiesta nos supone una gran molestia, en un futuro, perder uno de estos dispositivos será como perder una parte de nuestra vida.