Se estrenaron el año pasado haciendo un ruido publicitario y mediático increíble. Y se avecina una avalancha de nuevos modelos, con características aparentemente revolucionarias. Pero después de un periodo de prueba, muchos de sus usuarios se preguntan lo siguiente: ¿sirven para algo las tabletas?
Por supuesto que sí, pero ¿merecen toda la expectación que generan? ¿Van a acabar con los ordenadores portátiles y los lectores de libro electrónico, como aseguran sus creadores? ¿Es mejor ver una película en un iPad o en una Motorola Xoom que en una televisión? Analizamos varias de sus prestaciones, comparándolos con los productos que se supone van a jubilar y dictamos sentencia.
Por supuesto que sí, pero ¿merecen toda la expectación que generan? ¿Van a acabar con los ordenadores portátiles y los lectores de libro electrónico, como aseguran sus creadores? ¿Es mejor ver una película en un iPad o en una Motorola Xoom que en una televisión? Analizamos varias de sus prestaciones, comparándolos con los productos que se supone van a jubilar y dictamos sentencia.
Navegar por Internet
Las tabletas se han presentado como una forma revolucionaria de navegar por Internet. Se supone que son más cómodas que los ordenadores portátiles, porque las podemos sujetar en nuestro regazo, y permiten tener una adecuada "experiencia web". La realidad es que el navegador del iPad no es compatible con la tecnología Flash (un lenguaje de programación) que utilizan muchas páginas para hacer más atractivo su contenido. Así que no podremos ver ninguna de estas webs en nuestro iPad. Otro aspecto controvertido es la imposibilidad de copiar texto de una web y pegarlo en un procesador de textos, algo que sí es posible desde un ordenador.
Libros electrónicos
Los e-readers, como Kindle, de la empresa Amazon, son gadgets que funcionan con tinta electrónica. Su aspecto es similar al de un libro de toda la vida, lo que permite leer libros sin que se canse la vista y a plena luz del día, sin reflejos. Las tabletas, por el contrario, funcionan como una pantalla de ordenador, por lo que tienen reflejos que les impiden mostrar páginas cuando el sol les da de pleno. Además, producen cierto cansancio después de leer con ellos unos minutos.
Películas
Introducir una película dentro del iPad es un proceso complicado. Tendremos que utilizar un programa para convertir nuestro archivo de vídeo a un formato compatible con el invento de Apple. Otra opción es la de comprar la película o la serie de televisión directamente en iTunes, la tienda online oficial de esta plataforma. De esta forma, no hay ningún problema de compatibilidad.
Con otros modelos, como la Galaxy Tab de Samsung, el problema es otro: su pantalla es demasiado pequeña (7 pulgadas, como para tener una experiencia satisfactoria. Sin olvidar que las tabletas son pantallas individuales: es muy difícil poder ver una película acompañado con este tipo de pantalla.
Productividad
Algunas profesiones se han beneficiado enormemente de las tabletas: por ejemplo, los pilotos de aviación comercial pueden llevar sus mapas de aproximación en documentos PDF que pueden ser leídos con estos dispositivos. Los peritos de las compañías aseguradoras pueden tomar notas allá donde vayan, o los ejecutivos y estudiantes pueden presentar proyectos con ellas debajo del brazo. Pero un administrativo encontrará muy difícil el redactar informes o preparar tablas de números (tipo Excel) con estos aparatos, por su falta de teclado físico.
Comunicación
Aquí sí que las tabletas se están mostrando como unas auténticas "killers": recibir y enviar correos electrónicos es muy sencillo con ellas. Además, la función Facetime del iPad 2, hará que se puedan realizar videollamadas gratis (a través de una conexión Wi-Fi y con destino a otros iPad 2 o teléfonos iPhone 4) con este modelo.
Videojuegos
A pesar de que se pueda disfrutar de grandes entretenimientos, como Angry Birds, los videojuegos de las tabletas son bastante limitados, si los comparamos con otros diseñados para ordenadores o consolas. El hecho de que sólo se puedan controlar con la pantalla táctil y sin pulsar ningún botón físico hace que los juegos sean casi siempre demasiado simples, comparados con los de otras plataformas.
Precio
De momento, es demasiado elevado para las prestaciones que ofrecen. El iPad más barato cuesta actualmente 379 euros, y el más caro, 699 euros. Samsung Galaxy Tab cuesta cerca de 1.000 euros y la Motorola Xoom, que todavía no ha salido a la venta en España, cuesta en Estados Unidos 800 dólares. Es decir, sus precios rondan a los de los ordenadores portátiles, o incluso, son más caros. Y lo mismo que los teléfonos móviles: los hay mucho más baratos y que pueden hacer exactamente lo mismo, pero en una pantalla más pequeña.
Fuente: Yahoo.com
